Gracias, mundo de la ciencia

Gracias mundo de la ciencia y sistemas de «infoxicación» por indicarme que los caminos de la salud y el bienestar no son campos de frecuencialidad-conciencia donde la confianza sería lo más deseable. Gracias por orientarme en que el amor por la adversidad es un camino difícil, y aunque necesario, ya no es recomendable porque es inservible.

Gracias sistemas de orden-amiento, gobierno y salud pública por advertirnos que no tenemos otra cosa que hacer que resguardarnos y protegernos del ogro que nos lleva al Averno directamente. (La mitología del horror siempre tan sabia, asegurándose la patente biológica de lo que es evidente por los sentidos y el cuerpo).

Gracias medios de intoxicación por darme la información correcta para el cancer mental, que es el terror de la duda, y seguir con la estadísticas y la seguridad nacional (o de las  nacionalidades porque da igual de donde vengan los tiros). Gracias por invadirnos de una información-vibración-conciencia, baja, desechable, enfermiza, reiterante e inútil, para que entienda que es la de la salud y la armonía de las diversas facetas del ser humano y del ser trascendente, la que es útil y necesaria para estar conectados con la tan cacareada felicidad, que no es más que esa unidad de conciencia, de sentido, o sea, de amor. Gracias por hacerme entender qué es la conciencia de unidad. «Sin vosotros no hubiera sido posible». ¡Que información tan valiosa la vuestra!

Gracias estructuras de nuestro amparo y direccionalidad justa y social -gobierno- por darme la información incorrecta para la salud mental, emocional, física y metafísica. Gracias por no invadirme y saturarme de recomendaciones de consumo de alimentos y nutrientes que contengan vitaminas y minerales * para el refuerzo del sistema inmunológico de nuestra biología, que se da la mano y se abraza muy gustosamente con el sistema nervioso, psicológico, musculoesquelético, etérico, transpersonal y todos los sistemas y cuerpos habidos y por haber, conocidos o por conocer.

Gracias, con el corazón en las manos.

* Concretamente 6 vitaminas (A, D, C, B6, B9 y B12) y 4 minerales (hierro, zinc, cobre y selenio). Fuente consultada: Dr. Martin Sebastián Azanza, Scientific-Medical team en Cell Wellbeing Spain, Director departamento Nutrigenética y Epigenética en CNS Coaching, Nutrición y Salud y Naturopathic Doctor en CNS Coaching, Nutrición y Salud.

Eduardo Beltrán Jordá

 

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